miércoles, 19 de enero de 2011

Y se volvieron negras...


Antaño eran blancas, relucientes, impregnadas de pureza. Pero eso fue hace mucho tiempo, antes de que sus plumas empezaran a caer, consumirse, carcomerse y retorcerse sobre ellas mismas.Mucho antes de que sus músculos se engarrotaran, sus huesos antes ligeros y resistentes ahora se retorcieran quebradizos con un aspecto fantasmal.

¿El motivo? Un solo y simple pecado.

Su único pecado fue crear un mundo, un mundo plagado de perfección, de las mas increíbles maravillas que se puedan imaginar. Entregarse en cuerpo y alma a ello por pura adoración.

Y en el centro de ese mundo situarlo a el. Convertirlo en el centro de su vida y darlo todo por el.

Pero incluso en el cielo mas radiante y azul acechan nubes, nubes negras anhelando su oportunidad. Y cuando esas nubes asomaron, ese universo se desgarró, hecho jirones....

Como antes dije, solo cometió un único pecado. Reclamar su atención. Advertir sobre las nubes negras que solo ella veía en el horizonte, que ante toda protesta y negación acabaron por cumplir con su amenaza.

Su recompensa? El destierro. Su pureza arrebatada. Sus alas antaño blancas jamas volverán a lucir así.

Ahora tan solo son un apéndice deformado, corrompido, consumido...

Y ella un fantasma de lo que un día fue, atormentada por un crimen que ni tan solo cometió...

Un ángel caído.